LA EVOLUCIÓN DEL CÉSPED SINTÉTICO

Evolución del césped sintético

El césped sintético está a la orden del día. Su aparición surge debido a las dificultades de mantenimiento y elevado uso.

Podemos clasificar el césped sintético en cuatro generaciones:

 

Césped sintético de primera generación

Los suelos de césped sintético llegaron a Europa a principios de los años setenta, y sus fibras eran de polipropileno, sin ningún tipo de relleno, y el filamento era más bajo de lo que estamos acostumbrados actualmente.

 

Césped sintético de segunda generación

El césped de segunda generación se desarrolló más a finales de los años setenta, con una fibra ligeramente más alta que la de los de primera generación. Aquí se utilizaban normalmente rellenos (arena) para asegurar la firmeza de las propias fibras y, en consecuencia, aumentar la estabilidad del suelo. Esta generación de céspedes permitió una mayor regularidad de la planimetría en comparación con los de césped natural, permitiendo un mejor control del balón por parte de los jugadores, así como un rebote más uniforme.

Podemos decir que todavía no era la superficie ideal para la práctica del fútbol, principalmente porque las características de juego y el rebote del balón no eran comparables con los campos de césped natural.

 

Césped sintético de tercera generación

Tras la llegada de los céspedes con rellenos de arena, el desarrollo tecnológico y científico fue enorme, lo que llevó a la aparición del césped de tercera generación: las fibras son mucho más altas que las de las generaciones anteriores (de 50 a 60 mm de altura), más espaciadas entre sí, y la fibra utilizada pasó a ser de polietileno, un material más maleable y suave en contacto con la piel.

En el césped de tercera generación, los rellenos son de arena y granulado de caucho (SBR) o simplemente de granulado de caucho. Esta combinación de fibra y relleno garantiza una superficie cómoda. No solo disminuye la abrasividad del césped, sino que los tacos de las botas se entierran más fácilmente, lo que reduce la presión sobre las articulaciones de los jugadores. Estas ventajas han hecho que la tercera generación de césped sea ideal para la práctica del fútbol.

 

Césped sintético de cuarta generación

En los últimos años han aparecido céspedes de cuarta generación, compuestos por fibras más bajas, menos espaciadas entre sí. No necesitan cargas de relleno, la firmeza de las fibras está asegurada por un conjunto de fibras muy resistentes que ocupan los espacios entre las fibras más altas. Esta combinación les permite ser también excelentes para la práctica del fútbol.